INFINIUS

martes, 27 de octubre de 2015

EL PAÍS DE LOS GATOS



EL PAÍS DE LOS GATOS 
Tony Pina 

Hoy, jueves, 22 de octubre de 2015, debió ser un día de luto en cualquier país del mundo donde el simple rumor público repute de corrupto a un "saltapatrás" que quince años atrás a Santo Domingo llegó en taparrabos y hoy exhibe una fortuna que no resiste la más leve auditoria que pueda justificarla, ni que los pesos fueran las hojas secas de los charamicos del Sur agreste y profundo.

Hoy debió el país olvidarse para siempre de que exista cualquier asomo de transparencia en el manejo de los recursos públicos y, en cambio, cada dominicano que se respete agarrarse de las manos a implorar al menos que no nos lleve de paso esta peste política.
El tirano Lilís, con todo el desastre financiero de su gestión y los onerosos empréstitos que contrajo en Europa, era un "niño de teta" en comparación con los actuales ladrones de la cosa pública.

Pero Lilís, al menos, no nos sacó la lengua: murió a plomazos limpios. Al menos habían hombres "pelos en pecho" cuando Lilís desvaloró el peso y ni los pulperos lo querían; al menos había una manigua llena de hombres dispuestos a no dejarse sacar la lengua.
Ahora es diferente, ahora se hacen ricos robándose el país completo y nos sacan la lengua, y los jueces que los juzgan descaradamente no encuentran méritos a las legítimas sospechas de enriquecimiento ilícito.

Pero no se puede hablar así en un país donde los ladrones andan sueltos y, si acaso lo juzgan, los absuelven, y en cambio, una ciudadanía infeliz nada lamenta y, si acaso tiene algún disgusto, es que hoy es jueves y no viernes para ¡beber cerveza! (Tony Pina)

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